Un hombre se despierta de Buen humor y encima recibe muy buenas noticias: se ha curado un ser querido, le van a dar su coche nuevo y al, llegar al trabajo, le avisan que le suben el sueldo. No obstante, pocos días después las cosas cambian: se levanta con jaqueca tras una noche de insomnio, la tarde anterior había estrellado su nuevo vehículo dejándolo destrozado y no tenía cobertura total de siniestros, y el aumento salarial fue una broma de mal gusto de sus compañeros porque, en realidad, lo habían despedido.
Si siguiéramos el día a día de cada persona observaríamos cómo ella pasan, al mismo compás que la circunstancias favorables o desfavorables, sucesivos estado de alegría y de tristeza. Está es la regla de la vida de todo hombre, de toda mujer, en este valle de lágrimas: desde el momento en que Adán fue condenado por Dios, como consecuencia del pecado original, a comer el pan con el sudor de su frente (cf. Gn 3,19) "¿ No es acaso milicia la vida del hombre sobre la tierra" (Jb 7,1)
Por supuesto , tristezas las hay muy grandes y profundas, y otras serán mas pequeñas y superficiales. Pero aunque experimentemos algunas alegrías, incluso pasajeras, la tristeza es una parte integrante de nuestra vida, y rechazar dicha verdad es negar la realidad del mundo donde vivimos, donde todos estamos sujetos a la alternancia entre alegrías y tristezas.
En el Cielo, sin embargo, no existe aflicción: la posesión de Dios, fuente absoluta de toda felicidad posible, solo permite la alegría plena , intensísima y definitiva... tras haber alcanzado la meta de las metas (cf. 2 Tm 4,7) , después de una vida de semi- luces y semi- sombras ¿Cómo se puede estar triste? Por eso también es una característica de los santos ángeles al estar siempre repletos de un alegría sincera, profunda y comunicativa. ¿Un ángel triste? !Eso no existe!
Infelizmente, es hacia otro tipo de "ángeles" donde a menudo el hombre se dirige en busca de placeres terrenos; y pactar con el demonio es bastante común cuando se trata de saciar la propia sed de dinero, poder o sensualidad
Ahora bien, "Homicida desde el principio" y "padre de la mentira"(Jn 8,44) Satanás no es solo el enemigo jurado de Dios y de los buenos, sino también el paradigma de la infelicidad total (cf. Mt 25,41; 8,12) ¿Cómo va a proporcionar felicidad a los demás el no logra ser mínimamente feliz él mismo? Por consiguiente, quién recurre se enreda, a cambio de algún beneficio temporal, en una espiral de fracasos y aflicciones que duran, con frecuencia, hasta el final de la vida.
En esta tierra, el camino de la verdadera felicidad se encuentra, por tanto, en vivir en función de Dios. En efecto, la fe en él y la esperanza en la vida eterna son virtudes que nos animan a enfrentar las penalidades inherentes a la condición de viajeros. de ahí que la alegría participativa de la felicidad celestial, vivida en esta tierra por la fe, sea un rasgo característico de los santos, por eso San Pablo exclamaba: "Alegraos siempre en el Señor; os repito, alegraos " (Flp 4,4)
Editorial Heraldos del evangelio Numero 144, julio 2015
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