El versículo de la Biblia que aborda la escasez y la abundancia se encuentra en Filipenses 4:12, donde el apóstol Pablo escribe:
"Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad."
Este pasaje refleja la capacidad de Pablo para adaptarse a diversas circunstancias, manteniendo su contentamiento y fe independientemente de las condiciones materiales.
En el contexto de Filipenses 4:11-13, Pablo enfatiza que ha aprendido a contentarse en cualquier situación, ya sea en la escasez o en la abundancia, y atribuye su fortaleza a Cristo:
"No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece."
Este pasaje subraya la importancia de la dependencia en Cristo para encontrar fortaleza y contentamiento, sin importar las circunstancias externas.
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