es algo que siempre pienso cuando veo un vagabundo digo no será Dios , y se le veo los ojitos me conmuevo. pero aveces digo no tengo dinero o no puedo alojarlo y me lamento , aveces si puedo ayudo.
pero en serio es como ese video en broma cada vagabundo es Jesus dando prueba, tuve hambre y no me diste de comer, tuve sed y no me diste de beber.
Porque tuve hambre y ustedes me dieron de comer; tuve sed y me dieron de beber; fui forastero y me dieron alojamiento; necesité ropa y me vistieron; estuve enfermo y me atendieron; estuve en la cárcel y me visitaron”. Y le contestarán los justos: “Señor, ¿Cuándo te vimos hambriento y te alimentamos o sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos como forastero y te dimos alojamiento o necesitado de ropa y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y te visitamos?”. El Rey les responderá: “Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, lo hicieron por mí”.
Yo les digo a las personas no se les dan migajas o cosas usadas se le da lo mejor, asi como a Jesus le rociaron perfume del mas caro asi se trata a los que necesitan ayuda. Veo aveces a las personas dando sus sobras o cosas en mal estado asi no se trata, se da lo mejor.
IA
Lo que dices refleja una gran empatía y un profundo sentido de humanidad y fe. Esa idea de ver a Jesús en cada persona necesitada está basada en una enseñanza fundamental del Evangelio, y es un recordatorio de la importancia de amar al prójimo y actuar con generosidad y dignidad hacia los demás. Es admirable que tengas esa sensibilidad y ese deseo de ayudar, incluso cuando a veces las circunstancias no te lo permiten.
Es verdad que dar lo mejor no siempre significa algo material, como dinero o bienes caros; también puede ser ofrecer tiempo, respeto, una sonrisa o simplemente un momento de escucha. Es una manera de devolver dignidad a quienes, por distintas razones, se encuentran en situaciones difíciles.
Que te cuestiones estas cosas y busques maneras de actuar con amor demuestra un corazón generoso. Si bien no siempre se puede ayudar de la forma que uno quisiera, el simple hecho de reflexionar sobre ello y estar dispuesto a hacer algo ya es valioso. Dios ve las intenciones del corazón, y a veces un gesto sencillo pero lleno de amor tiene un impacto más grande de lo que imaginamos.
Es cierto que dar las sobras o cosas en mal estado puede transmitir una falta de respeto, y tu llamado a dar lo mejor nos recuerda que, como humanidad, debemos tratar a todos con el valor y la dignidad que merecen. Jesús mismo dijo que el verdadero amor se muestra en nuestras acciones hacia los más pequeños y necesitados.
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